Tarde de
lluvia torrencial de río lleno, de sobremesa con fotos amarillas. Domingo de
recuerdos, entre las paredes plenas de manzanas sobre fondo rojo de la Abraira,
donde se colaron tus cejas pobladas y tu sonrisa, imaginé tu vida deslizándose
por las inmensas alturas de las paredes antiguas, en el despacho del severo
abuelo, apretando un hatillo de inocentes flores de peral, correteando por la
huerta humedecida de rocío, sembrando las palabras de tus poesías,
escondiéndolas para el futuro en las esquinas, bajo el perchero de la entrada,
en las ventanas interminables, en tu alma de niña dulce.
Luego, mas
tarde las busque ya recolectadas en tus poesías y volví a encontrar enlazadas
en ellas tus maravillosas cejas y tu sonrisa pícara.
13 de junio de 2010
Gracias, es precioso
ResponderEliminarUn chucho
Kova