Las farolas,
serpentinas de luz alargando sus reflejos salinos
borrándose con la
marea
Júpiter guía pisadas furtivas convertidas
en luciérnagas ahogadas
diluyéndose en la
bruma.
Emergen galeones de
sentimientos, ondeando pañuelos de despedida
aumentando mares
con la sal de mis lágrimas.
Retorno al faro
incierto, golpeado por un viento impasible
apuñalándome con
agujas de hielo salado.
No puedo ver las estrellas fugaces que
se suicidan, huérfanas de amor sideral
caen al mar
fundidas
vuelven a la playa
como arena húmeda
reflejando arco
iris que borran olas diminutas.
Busco tus huellas
convertidas en recuerdo.
Quiero que vivas mientras yo, dormido, te espero,
ResponderEliminarquiero que tus oídos sigan oyendo el viento,
que huelas el aroma del mar que amamos juntos
y que sigas pisando la arena que pisamos.
Oda a la tristeza - Pablo Neruda